¿Te ha pasado que entras a una página web y tarda demasiado en cargar? Según varias investigaciones, si una página tarda más de 3 segundos en cargar, un gran porcentaje de los usuarios la abandonan. Además de la mala experiencia del usuario, una página lenta también afecta a la optimización en motores de búsqueda y, por lo tanto, a la visibilidad de tu empresa. Por eso, en este post te damos algunos consejos sobre cómo mejorar la velocidad de carga de una página web para que no tengas nunca más este problema.
Mejorar la velocidad de carga de mi página web
Antes de entrar en materia, déjanos decirte por qué la velocidad de carga es tan importante. Imagina que eres tú quien está esperando a que se cargue una página web. ¿Cuánto tiempo esperarías antes de hacer clic en el botón de cerrar? ¡Seguro que no mucho! Pues lo mismo piensan tus visitantes.
Dicho esto, vamos al lío. Aquí te dejamos los principales puntos que cualquier desarrollador tiene que tener en cuenta a la hora de optimizar la carga web para que sea un éxito.
Optimizar las imágenes
Las imágenes son uno de los elementos que más pesan en la carga de una página web, y este es precisamente el motivo por el cual son una de las principales causas de ralentización. Por eso, es importante optimizarlas reduciendo su tamaño y resolución sin que ello afecte a la calidad visual.
Una forma de optimización es, por ejemplo, utilizar formatos más ligeros como el JPEG 2000 o el WebP que ofrecen una buena calidad visual y menor peso. Otra opción es utilizar herramientas de compresión y optimización de imágenes como Smush o ShortPixel.
Utilizar plugins y scripts con moderación, reduciendo el número de peticiones HTTP
Es tentador incluir muchos plugins y scripts, pero esto va en detrimento de la velocidad de carga. Si quieres mejorar la velocidad web, te recomendamos que, en lugar de tener muchos, selecciones sólo aquellos que necesitas y los mantengas actualizados.
Cada elemento de la página (imágenes, scripts, hojas de estilo, etc.) realiza una petición HTTP al servidor para ser descargado. Cuantas más peticiones HTTP haya, más lenta será la carga de la página. Por eso, es importante reducir el número de elementos innecesarios y combinar aquellos que sean similares.
Usar la caché del navegador
Además, se puede utilizar la caché del navegador para almacenar temporalmente los elementos descargados y que no haya que hacer peticiones HTTP innecesarias.
La caché permite que se almacenen temporalmente los archivos de una página web en el ordenador del usuario, con el fin de que cargue más rápido la siguiente vez que se visite. En resumen, habilitar la caché es fundamental para mejorar la velocidad de tu página web.
Elegir un buen hosting
El hosting es el servicio que permite alojar la página web en un servidor para que pueda ser accesible desde cualquier lugar. Si se elige un hosting de baja calidad, con poca capacidad o sin las características necesarias, la velocidad de carga de la página se verá afectada. Por eso, es importante elegir un hosting que ofrezca un buen rendimiento, ancho de banda y recursos suficientes para la página en cuestión.
Optimizar el código
El código de una página web puede influir en la velocidad de carga. Por eso, se recomienda reducir el tamaño eliminando los espacios en blanco innecesarios, comprimiendo el código CSS y JavaScript y reduciendo el número de plugins y widgets externos que puedan estar afectando a la velocidad de la página.
Minimizar las redirecciones
Las redirecciones son como atajos que tu servidor web utiliza para llevar a los visitantes de una URL a otra. Pueden ser útiles cuando necesitas cambiar una URL (por ejemplo, si haces una nueva web y quieres redirigir las búsquedas que se hagan sobre tu web antigua) o cuando deseas rastrear el flujo de tráfico. Sin embargo, demasiadas redirecciones pueden ralentizar tu sitio web.
¿Y esto a qué se debe? Pues la respuesta es sencilla: cada redirección añade un paso adicional en el proceso de carga de la página. Cuando un visitante solicita una URL que tiene redirecciones, el servidor debe procesarlas antes de finalmente cargar la página de destino. Esto implica un retraso adicional en la carga, especialmente si hay varias redirecciones involucradas.
Te ponemos un símil para que lo entiendas mejor. Cada redirección es como una desviación en una carretera, añade tiempo al viaje. Así que, ya sabes, es importante reducir al mínimo las redirecciones innecesarias.
Realizar pruebas
Por último, es importante realizar pruebas periódicas para comprobar la velocidad de carga de la página y detectar posibles problemas. Se pueden utilizar herramientas como Google PageSpeed Insights o GTmetrix para evaluar el rendimiento de la página y obtener recomendaciones sobre cómo mejorar la velocidad de carga de tu web.
¿Quieres optimizar la carga de tu web? ¡Nos ponemos manos a la obra!
Mejorar la velocidad de carga de tu página web no solo es esencial para mantener a tus visitantes felices, sino que también es un factor importante en el ranking de Google. Así que, ¡no subestimes su importancia!
Si no sabes por dónde empezar, no dudes en ponerte en contacto con nuestro departamento de Diseño Web. Estamos aquí para ayudarte a lograr el cambio de una página web lenta a una con una velocidad de carga óptima.
¡Y recuerda! En el mundo online, la velocidad es la clave.