¿Qué es el benchmarking?

por | Jul 8, 2024 | Blog, Consejos

Renovarse o morir. Es la filosofía de muchas empresas de éxito que, ante un mercado cada vez más competitivo, apuestan por actualizarse constantemente para no caer en el olvido. Ante esta necesidad de desarrollo continuo surge el benchmarking, una herramienta muy potente para extraer nuevas ideas para tu negocio. ¿Quieres saber qué es el benchmarking? En este post te lo contamos todito.

 

¿Qué es benchmarking en una empresa?

Cierra los ojos e imagina, por un momento, que tienes una tienda de ropa (o una frutería, o cafetería, supermercado… ¡lo qué prefieras, el sector nos da un poco igual!). Un día empiezas a notar que tus clientes compran con menos frecuencia y que se te empieza a acumular el stock. Sin embargo, en el barrio hay otra tienda (o frutería, o cafetería, o supermercado) que está siempre llena. ¿Qué está pasando? Saber qué es el benchmarking puede darte la respuesta, así que vamos a ello.

El benchmarking es un método de gestión empresarial que busca identificar las mejores prácticas, tanto dentro como fuera de una empresa, a través de la comparación con las técnicas, procesos y servicios de otras organizaciones.

El objetivo es reconocer qué acciones están funcionando bien en otras compañías, o en un determinado departamento de la tuya, y adaptarlas a tu ámbito de trabajo para optimizar tus servicios. Este análisis puede aplicarse a cualquier proceso, función o producto porque evalúa tanto la calidad como el tiempo, coste, efectividad y satisfacción de los clientes.

 

¿Qué tipos de benchmarking existen?

Cuando hablamos de qué es el benchmarking no podemos referirnos a un solo tipo. De hecho, existen hasta cinco clases de benchmarking diferentes. ¡Vamos a analizarlas!

Benchmarking interno

¿Te creías que eso del benchmarking se aplicaba solamente a la competencia? Pues…¡meh, error! Cuando te preguntes qué es el benchmarking y para qué sirve es imprescindible pensar también en el interno.

Este tipo de benchmarking te permite evaluar y analizar determinadas áreas de tu empresa para así compararlas y conocer qué aspectos necesitan reforzarse y cómo las distintas áreas se pueden ayudar entre ellas.

Para que te hagas una idea, piensa, por ejemplo, en uno de los departamentos de tu empresa que lo esté petando. El benchmarking te ayuda a averiguar qué es lo que están haciendo tan bien para adaptar esas acciones al resto de departamentos.

Benchmarking competitivo

Aunque saber cuáles son tus fortalezas y debilidades es importante, tenemos que reconocer que siempre nos gusta echar un ojo a lo que está haciendo nuestra competencia. Y aquí entra en juego el benchmarking competitivo.

Se trata de estudiar a otras empresas del sector para analizar sus prácticas. Esto te permite tener una idea de cómo está tu empresa frente a la competencia y es perfecto para determinar y profundizar procesos, estrategias y técnicas que ayuden a tu empresa a ser más competitiva.

Recopilar toda esta información no siempre es coser y cantar pero, como siempre estamos aquí para echarte un cable, te dejamos tres formas para conseguirla:

  • Directa: suele ser una vía de investigación un poco más limitada, pero merece la pena intentarlo porque la información puede ser muy valiosa. Prueba con antiguos empleados, proveedores o clientes.
  • Indirecta: conviértete en Sherlock Holmes y utiliza otras vías para ir recopilando todas las pistas. Investiga las webs corporativas de tus competidores, sus publicaciones en redes sociales, el catálogo de productos de sus tiendas online y no te pierdas ni una sola reseña.
  • Cooperativa: entre tanta competencia, a veces las empresas encuentran un hueco para trabajar juntas e intercambiar información. ¡Abre bien los oídos!

Benchmarking funcional

Cuando se trata de innovar no hay nada escrito y, si quieres crear algo completamente nuevo y disruptivo, vas a tener que salir de tu zona de confort y ampliar un poquito tus miras. Porque nunca se sabe de dónde puede venir la inspiración.

El benchmarking funcional no busca únicamente analizar cómo trabaja tu competencia, sino que toma como referencia las estrategias de empresas de otros sectores que no tienen porqué ser competidores. Es otra forma de entender qué es el benchmarking porque implica ver más allá de tu sector.

Benchmarking genérico

Es similar al benchmarking funcional en el sentido de que analiza a empresas que no necesariamente son de la competencia. La diferencia es que se centra en una determinada función o proceso.

Por ejemplo, aunque a priori sean dos tipos de negocio que no tienen nada que ver, analizar la logística de una tienda de productos electrónicos puede ser relevante para perfeccionar el servicio de una tienda de juguetes.

Benchmarking internacional

Es importante que no les pierdas la pista a empresas top de tu sector a nivel internacional. Esto te ayudará a estar al loro de posibles tendencias y, la mejor parte, a adelantar a tus competidores nacionales.

 

¿Qué es el benchmarking? Los pasos para hacerlo

¿Ahora que ya sabes qué es el benchmarking te ha picado el gusanillo y tienes ganas de ponerlo en práctica en tu empresa? Estás son las etapas que no te puedes saltar para elaborar un benchmarking de diez.

Analiza tu negocio

Nada de empezar la casa por el tejado. Lo primero para hacer un buen benchmarking es entender muy bien tu propio negocio para detectar cuáles son los procesos que se necesitan mejorar.

Una buena idea es tener en cuenta el feedback de tus clientes para ver cuáles son las quejas más frecuentes.

Elige el tipo de benchmarking

Ya sabes qué puntos necesitas mejorar y ya te hemos explicado qué tipos de benchmarking existen. Es hora de que fijes tu propósito y, en función a él, decidas qué benchmarking es el que vas a aplicar a tu negocio.

Selecciona las empresas que vas a estudiar

Elige con cuidado las empresas que vas a analizar porque de esta elección van a depender los datos que puedas recopilar. ¿Nuestra recomendación? Optar por aquellas que son líderes de mercado y que cuentan con diversos casos de éxito es siempre una apuesta segura.

Define qué datos quieres recopilar

Determina qué clase de información quieres recolectar para reunir los datos que te interesan de las empresas que has seleccionado. Por ejemplo, si quieres analizar la presencia digital de tus competidores tendrás que investigar sus redes sociales, si tienen el SEO trabajado o no, si invierten en publicidad en redes sociales

Analiza los datos obtenidos

Se suele decir eso de que la información es poder. Pero, si no sabes interpretarla, no va a servir para nada. Compara los datos, observa la magnitud de las diferencias y determina qué cosas pueden ser útiles para tu negocio y cuáles son irrelevantes.

Implementa las mejoras

Tienes la información, has analizado hasta el último dato ¿y ahora qué? Pues toca implementar todas esas mejoras para optimizar tus procesos y prácticas. Pero antes es interesante elaborar un informe con todas las conclusiones que has obtenido, las oportunidades detectadas, los puntos de mejora y las posibles amenazas.

Cómo ves, el benchmarking puede ser la estrategia perfecta para darle a tu empresa ese empujoncito final que necesita. Analiza bien tu negocio y los de tus competidores, exprime al máximo esa información, aplica las mejoras más interesantes y verás cómo este esfuerzo merece la pena. ¡Palabrita de Visual Publinet!