Internet ha llegado para facilitarnos la vida. Desde casa, y con tan solo un clic, podemos comprar, hacer trámites administrativos, informarnos o entretenernos. Pero, ¿qué pasa si la accesibilidad web no está trabajada? Pues que se está privando de todas estas ventajas a un montón de personas con necesidades especiales.
Para hacer que Internet sea un lugar más inclusivo, y que puedas poner tu granito de arena en esta lucha, te explicamos exactamente en qué consiste la accesibilidad de una web. ¡Empezamos!
Accesibilidad de páginas web, ¿a qué nos referimos?
En el mundo existen millones de usuarios de Internet con necesidades especiales que les pueden dificultar el acceso a determinadas páginas web. Si diseñas la tuya teniendo en cuenta estas necesidades, puedes eliminar un montón de barreras y hacer que todas estas personas puedan visitar tu web. Suena bien, ¿no? ¡Pues justo eso es lo que busca la accesibilidad web!
Aunque cada persona es un mundo, y necesita adaptaciones diferentes para poder utilizar una página web, te dejamos una pista con las categorías más frecuentes: discapacidad visual, discapacidad auditiva, discapacidades físicas, discapacidades cognitivas y convulsiones fotosensibles. Utiliza bien nuestra ayuda y toma todas estas necesidades como punto de partida para diseñar tu página web de forma accesible. ¡De nada!
¿Qué nivel de accesibilidad web tienes?
La iniciativa WAI busca que las páginas web y sus contenidos cumplan con una serie de criterios de usabilidad y accesibilidad universal para que cualquier persona pueda navegar por la red, independientemente de sus limitaciones físicas, intelectuales o sensoriales. Su normativa, la WCAG 2.1 (Web Content Accessibility Guidelines, ¡lo que nos gustan unas palabritas en inglés!), sirve como guía para clasificar las páginas web en función de su nivel de accesibilidad.
Nivel A
Es el grado más sencillo y el que reúne los requisitos y funcionalidades básicas como: alternativas para el texto no escrito, audio con subtítulos, contenido adaptado a diferentes formatos…
Nivel AA
Para subir de nivel en términos de accesibilidad web tendrías que realizar un par de mejoras que permitan eliminar importantes barreras de accesibilidad como cambiar el tamaño del texto sin modificar el contenido o proporcionar errores de entrada.
Todas las administraciones públicas y las empresas relacionadas con ellas están obligadas, como mínimo, a tener este nivel en sus contenidos y aplicaciones web.
Nivel AAA
Situarse entre las páginas más top de accesibilidad supone una gran ventaja en términos de reputación y visibilidad. Pero, para conseguirlo, hay que cumplir con una serie de requisitos como incluir lenguaje de señas, dar avisos sobre el tiempo de espera a los usuarios o añadir definiciones de palabras inusuales.
Cómo mejorar la accesibilidad web: ¡optimiza estos puntos!
Ahora que ya sabes qué nota tiene tu página web en accesibilidad es hora de mejorar un par de puntos para conseguir matrícula de honor. Hazte una checklist con las mejoras que te proponemos y vete tachándolas todas.
Añade texto alternativo a las imágenes
Si una persona con discapacidad visual accede a tu página web, probablemente lo hará con un lector de pantalla que va narrando en voz alta los textos. Y, ¿qué pasa con las imágenes? ¡Aquí es donde entra en juego el atributo alt! Una etiqueta con la que puedes describir las imágenes para que los lectores de pantalla “lean” las fotografías.
Pero las ventajas no acaban aquí. Imagina por un momento que estás en una zona con mala conexión a Internet y que las imágenes no se cargan, ¿qué pasa ahora? ¡Premio! En su lugar aparecerá el atributo alt que hayas definido.
Estructura bien los títulos
Otro punto clave para que una página web sea accesible es estructurar el contenido según su importancia. De esta forma conseguirás que sea mucho más fácil de entender y estarás ayudando a los lectores de pantalla a interpretar las diferentes secciones de la web. Pero, ¿cómo puedes hacerlo? Utilizando las etiquetas H (H1,H2,H3…).
Estas etiquetas se organizan de mayor a menor importancia y son muy útiles también para tu estrategia SEO. Hay un par de normas que no viene mal conocer antes de ponerte manos a la obra (y de las que te hablamos en nuestras entradas sobre SEO), pero la regla de oro es: solamente puede haber un H1 por página.
Añade navegación por medios alternativos
Cuando diseñas tu página web tienes que hacerlo pensando en todas las personas que pueden acceder a ella. Eso incluye también a las que tengan dificultades motrices para controlar dispositivos como ratones o pantallas táctiles. Una opción ideal es añadir compatibilidad con el teclado a tu sitio web.
Así, facilitarás la navegación a personas con algún tipo de discapacidad física y a todos los usuarios de ordenadores portátiles. Todo ventajas, ¿no?
Utiliza contrastes de color
Si has dedicado tiempo a currarte el contenido de tu web, imaginamos que es porque quieres que la gente lo lea, ¿no? Pues ahí te va un tip: para eso es crucial jugar con los contrastes de color. Por un lado, ayudan a los usuarios con discapacidad visual a navegar por tu web y, a la vez, mejoran la usabilidad de personas que utilizan pantallas de menor calidad. ¡Dos por uno!
Para que te hagas una idea, las WCAG, (las normas que clasificaban las webs según su accesibilidad) sugieren una relación de contraste de color 4,5:1 para el texto estándar y 3:1 para texto grande. Prueba a utilizar herramientas de comprobación de la accesibilidad, como Color WebAIM, para ver si lo estás haciendo bien.
No te olvides de hacer accesibles los formularios
Si quieres captar leads en tu página web los formularios de contacto son un must. Pero, si también buscas mejorar la accesibilidad de tu web, hay que diseñarlos con cuidado.
Cada campo debe estar claramente etiquetado para facilitar el trabajo a quienes utilicen un lector de pantalla. También puedes probar a dar instrucciones para completar los formularios o incluir un autocompletado.
Cuidado con los archivos multimedia
Aunque las páginas web con vídeos y sonidos pueden ser toda una fantasía, cuando se trata de accesibilidad web la cosa cambia y hay que ir con un poco de cuidado. La regla #1(y que no te puedes saltar nunca si quieres que tu web saque buena nota en accesibilidad) es incluir subtítulos y transcripciones. Puedes añadirlos manualmente para que queden niquelados o utilizar herramientas automatizadas para agilizar el trabajo. ¡Ojo! No te fíes demasiado y échales siempre un vistazo, no vaya a ser que la IA te la líe…
Otro punto con el que también tienes que irte con ojo es la reproducción automática de archivos multimedia, es decir, que la música y los vídeos se reproduzcan en cuanto carga una página. Si de normal puede ser molesto, en términos de accesibilidad puede ser un epic fail. ¿Lo mejor? Dejar que sea el usuario quién decida cuándo iniciar la reproducción.